domingo, 21 de febrero de 2016
Un tercer brazo robótico transforma un músico normal en un batería sobrehumano
Para ser batería hace falta tener una buena coordinación de movimientos y una sensibilidad especial en manos y dedos. A los músicos comprometidos les ha gustado abordar distintas técnicas y conceptos diferentes para innovar en la música, probando formas poco convencionales como este brazo robótico adicional. Para llevar a cabo este proyecto investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia han desarrollado un miembro robótico portátil que funciona como tercer brazo para tocar la batería. Este brazo robótico inteligente se conecta al hombro del batería que cambia de movimientos automáticamente a medida que el músico toca los platillos, en función de lo que se está reproduciendo en el instrumento músical.
Este proyecto dirigido por el profesor de Georgia Tech Gil Weinberg ha sido financiado por la National Science Foundation y su objetivo es sobrepasar los límites del ser humano medio a través de la tecnología. Probablemente, la idea es utilizar la robótica wearable en conjunción con exoesqueletos para mejorar considerablemente la capacidad de las personas.
Este brazo robótico, detecta la música que se está reproduciendo en la habitación y luego hace que la entrada de tambores coincida con el estado de ánimo y el ritmo del músico. Es capaz de detectar el tempo y el tono de la música y adaptarse a ella de forma dinámica. Para evitar que el brazo robótico se choque con el del batería, dispone de sensores y acelerómetros para detectar la distancia.
A medida que el brazo robótico se adapta a todo el sistema acústico, los motores de a bordo garantizan que las baquetas siguen coordinadas adecuadamente. Para asegurarse de que las baquetas golpean la superficie de los tambores de forma natural, los investigadores han hecho uso de la tecnología de captura de movimiento, para replicar la forma en que un humano podría tocar la batería.
Weinberg dijo;
Si tienes un dispositivo robótico que es parte de tu cuerpo, esto aporta una sensación completamente diferente a lo que sería trabajar junto a un robot regular. La máquina aprende las reacciones de tu cuerpo moviéndose acorde a tus movimientos para complementar tu actividad. Convirtiéndose en una parte de ti.
El siguiente objetivo para el equipo es controlar el brazo robótico con la actividad cerebral. Eso significaría colocar una banda EEG para la cabeza del músico y dejar que controle el miembro artificial al igual que sus brazos naturales.
Esta tecnología se podría aplicar en el campo de la cirugía o en la fabricación, pudiendo equipar a los trabajadores con un brazo extra. Bastante interesante, debo añadir.
Fuente: GeorgiaTech
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