Un equipo de investigadores españoles, dirigido por Giulio Ruffini de Starlab, en Barcelona, afirman haber realizado la primera demostración, de una comunicación directa por medios electrónicos entre dos mentes humanas, separadas a una distancia de 5, 000 kilómetros entre sí. La interfaz cerebro-ordenador (BCI) y la interfaz cerebro computadora (CBI) suponen una evolución en la investigación que sienta nuevas bases en la comunicación cerebro a cerebro. La combinación de estas tecnologías ha permitido a los investigadores crear esta hyperinteraction (comunicación cerebro a cerebro).
Dos palabras de felicitación "hola" y "chao" fueron transmitidas de una persona en la India a otra en Francia, y durante todo este proceso el cuero cabelludo de los dos sujetos estaba completamente intacto, y no hizo falta utilizar cualquier otro tipo de intervención o periférico invasivo de sistemas sensoriales.
Los investigadores transmiten flujos binarios palabras de codificación pseudo-aleatorias entre dos cerebros. En una serie de experimentos, los desarrolladores establecieron una comunicación B2B por internet mediada por la combinación de un BCI basado en motor electroencefalográfico, las imágenes son controladas por un (EEG) con una carga CBI para inducir la percepción consciente de fosfenos (destellos de luz que no estan exactamente allí en el mundo físico) a través de neuronavigated, con la estimulación magnética transcraneal robotizada (TMS). Se tiene un cuidado especial en bloquear las señales sensoriales como táctiles, visuales o auditivas.
Los investigadores conectaron un dispositivo EEG al cerebro del remitente y se le pidió imaginar el movimiento de sus extremidades, El ordenador traduce los datos en código binario en unas imágenes representadas por 1 y 0, que son enviadas por correo electrónico al ordenador de los receptores finales. El receptor en el otro lado recibe los fosfenos antes citados . El mensaje fue recibido a través de impulsos eléctricos desde el sistema TMS robotizado en el cortexto visual de sus cerebros. Es similar a un código Morse telepático, super lento pero funcional.
El proyecto fue financiado por la Comisión Europea para desarrollar tecnologías de estimulación cerebral no invasiva.
La tecnología tiene un gran potencial para revolucionar la comunicación cerebro a cerebro a través de técnicas no invasivas. Sin embargo, algo similar fue demostrado por un equipo de investigadores de la Universidad de Washinton en Seattle el año pasado, y un científico rival afirmó que la primera interfaz no invasiva de humano a humano ya fue desarrollada en el año 2013.
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