Estamos en la era de las impresoras 3D ya se puede hacer casi cualquier cosa con ellas. En este caso un automóvil creado por Jim Korsu y su empresa Kor Ecologic.
Se trata del modelo Urbee 2, un híbrido de 3 ruedas, robusto, ligero y ecológico. Su creador ha ideado un nuevo concepto en la construcción de coches, teniendo la filosofía de «Usar el mínimo posible de energía por kilómetro y casi no contaminar en el proceso de fabricación funcionamiento y el reciclado posterior del coche».
La fabricación del Urbee tiene lugar en su totalidad en RedEye, unas instalaciones de impresión en 3D que también fueron utilizadas para imprimir la primera moto 3D en 2008.
Para Jim Korsu, la tecnología 3D simplifica mucho el proceso de fabricación y ensamblaje del vehículo, y además las piezas creadas tienen la flexibilidad que no puede aportar una hoja de acero. En vez de fabricar muchas piezas para montarlas luego, con las impresoras 3D se esculpe una sola pieza. Es tan sencillo como cargar en la impresora los modelos de cada una de las partes y 2.500 horas más tarde, ya está todas las piezas de plástico que se necesitan para empezar el montaje.
El Urbee 2 no está hecho en su totalidad de plástico, tanto el motor como el chasis son de acero. Aunque, pueden surgir dudas sobre la seguridad de conducir este modelo de vehículo en carretera. Korsu ya ha aclarado su intención de que «el coche pase las inspecciones tecnológicas que piden en Le Mans».y quiere que este al alcance de todos los públicos.
Hace años, que esta tecnología se viene utilizando sobre todo por grandes multinacionales, gobiernos y sectores profesionales como la medicina o la arquitectura, para crear prototipos en 3D de cualquier cosa imaginable, incluso comida. Por ejemplo, hace un año se logró trasplantar una mandíbula de titanio fabricada con una impresora 3D, y el mes pasado se empezaron a crear células madre vivas en una impresora 3D para regenerar tejidos.
Hace poco tiempo, que estas impresoras han empezado a bajar el precio para poder ajustarse a las necesidades de las pequeñas empresas. Las impresoras ZPrinter 150 y ZPrinter 250 (desde 15.000 dólares) salieron en 2010 haciendo asequible la impresión en 3D. En la web de «crowdfunding» Kickstarter, se consiguió recaudar hasta 2.9 millones de dólares para crear Form1, una impresora en 3D de calidad profesional a bajo coste. Por su parte, MakerBot persigue el mismo objetivo llevando la impresión en 3D a la casa de cualquier persona.
Dentro de poco se podrá crear cualquier aparato con estas impresoras.
Fuente: Urbee
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